martes, 13 de agosto de 2013

Abuso Sexual Infantil: Respuestas claves para prevenirlo.

¿Qué es el Abuso Sexual Infantil?
El abuso sexual infantil ocurre cuando una persona (adulta o menor de edad) utiliza a un niño o niña para estimularse sexualmente a sí mismo (a) o a otra persona, valiéndose de una relación desigual que le coloca en una posición de poder y control sobre la víctima, bien sea mediante el uso de la coacción (fuerza física, presión o engaño) o el abuso de la confianza (juguetes, regalos, seducción y pacto secreto).

Se trata de una forma de victimización infantil que viola los Derechos Humanos, entre ellos los Derechos Sexuales de niños y niñas, en perjuicio de su bienestar y su adecuado desarrollo físico, psicológico, sexual y social.

Se le considera un grave problema de salud pública por significar una situación extrema que suele generar un alto nivel de estrés y malestar en la gran mayoría de las víctimas y, que aun en nuestros días continúa siendo muchas veces invisibilizado y otras más impune, debido a un sinfín de falsas creencias sobre la sexualidad y el perfil de los abusadores o abusadoras.

¿Cómo ocurre?
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El abuso sexual puede ocurrir mediante contactos directos (físicos) o indirectos (no físicos), con o sin acceso carnal y con o sin violencia e intimidación. De esta manera puede incluir: penetración en vagina, boca y ano con objetos o partes del cuerpo (pene, lengua o dedos), caricias, insinuaciones, proposiciones verbales explícitas, exposición de material
pornográfico, exposición de genitales o prácticas sexuales como la masturbación o el coito (conductas exhibicionistas), contemplación o fisgoneo (conductas voyeuristas), además de otras formas de utilizar o comercializar con la sexualidad del niño o la niña.

¿Quién abusa?
La persona responsable del abuso sexual aunque puede ser desconocida, la mayoría de las veces resulta de “confianza”, siendo conocida, familiar o no, hombre o mujer, de cualquier estrato socioeconómico o nivel académico, quien se vale de su estatus de poder sobre la víctima dada su apreciación y situación de superioridad o dominio sobre el niño o la niña. 


¿Dónde ocurre? 
El abuso sexual puede ocurrir dentro o fuera del hogar, en los centros educativos, deportivos o religiosos, en la calle o incluso en las instituciones de cobijo a los niños y niñas.

¿CÓMO DETECTARLO? 
De acuerdo con especialistas en el tema, entre los cuales se hallan Del Gatto (2004), Salgado, Chía, Fernández, Navarro y Valdés (2005), así como Echeburúa y Guerricaechevarría (2009), son diversos los indicadores relacionados con probable victimización por abuso sexual infantil:

Indicadores Sexuales:  
  • Rechazo a la manifestación o recepción de contacto afectivo físico. 
  • Expresiones de conocimiento sexual precoz. 
  • Dibujos sexualmente explícitos. 
  • Interacción sexualizada con juguetes u otros niños (as). 
  • Masturbación compulsiva (numerosas veces al día, con gemidos e incluso inserción de objetos en genitales). 
  • Agresiones sexuales hacia pares.

Indicadores Físicos: 
  • Dificultad  para sentarse o caminar. 
  • Dolor o comezón genital. 
  • Manchas de sangre en ropa interior. 
  • Infecciones uro-genitales. 
  • Infecciones de transmisión sexual. 
  • Trastornos del sueño. 
  • Trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia). 
  • Pérdida del control de esfínteres (orinarse o defecarse en la cama o la ropa interior). 

Indicadores Psicológicos-Emocionales: 
  • Desconfianza y temor. 
  • Vergüenza y culpa. 
  • Depresión.
  • Ansiedad. 
  • Trastorno de estrés postraumático (aislamiento, desinterés cotidiano, pesadillas persistentes, explosiones de ira, sensación de ineficacia, sentimientos de perdida, estigmatización). 
  • Baja autoestima.

Indicadores Comportamentales: 
  • Desatención o impulsividad. 
  • Conductas de riesgo o daño a sí mismo (huídas, abuso de alcohol u otras drogas, autolesionarse el cuerpo, destructividad hacia personas y objetos). 
  • Deterioro en el rendimiento escolar .

Indicadores Psico-Sociales: 
  • Temor y rechazo repentino o extremo hacia personas o lugares. 
  • Retraimiento. 
  • Hostilidad y agresividad.

¿Cuáles son las consecuencias en detrimento de la salud biopsicosocial?  
Según Echeburúa y Guerricaechevarría (2000), a corto plazo se muestran cambios en las conductas y las emociones, ocurriendo un déficit importante en la autoestima. Los niños suelen presentar: problemas escolares (bajo rendimiento) y de comportamiento (violencia y agresiones sexuales); mientras que las niñas: reacciones ansiosas (temores, fobias) y depresivas (llanto fácil). En preescolares pueden manifestarse estrategias de negación (olvido del abuso), mientras que en los escolares, aparecen sentimientos de culpa y vergüenza.

A largo plazo, en la adultez suelen presentarse disfunciones sexuales, trastornos depresivos y ansiosos, desorden de estrés postraumático y descontrol de la ira (en los hombres en forma de conductas violentas hacia afuera y en las mujeres conductas destructivas hacia ellas mismas). Asimismo, se aprecian: Dolores crónicos generales, alteraciones del sueño, problemas gastrointestinales y trastornos alimentarios. Abuso de sustancias, intentos suicidas y trastornos de personalidad.

PROPUESTA DE UN A-B-C PREVENTIVO DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL:
Toda acción preventiva cuenta para detectar, notificar, denunciar, intervenir, prevenir y erradicar el abuso sexual infantil a favor de verdaderamente ejercer nuestra corresponsabilidad como Estado-Familia-Sociedad en materia de protección de Derechos y Garantías de los Niños, Niñas y Adolescentes.

En este sentido, se comparte una propuesta que ha resultado nutritiva en el seno de la creación de espacios educativos y comunitarios para hablar del problema y activar alternativas viables de solución:
A- Autoevaluar las propias experiencias, conocimientos y actitudes hacia la sexualidad y hacia la violencia sexual, para actuar como agentes preventores, con el apoyo de información científica y veraz, además de asesorías profesionales en el ámbito psicológico, médico, sexológico y legal; a fin de desmontar mitos sexuales y construir redes de soporte para la efectiva atención en salud integral y en defensa de los Derechos de niños, niñas y adolescentes.

B- Promover el pleno desarrollo de habilidades para la vida, fortaleciendo en los niños y niñas, los factores protectores de su salud integral: (1) Habilidades sociales o interpersonales como la comunicación abierta, la negociación/rechazo, la confianza, la cooperación y la empatía; (2) Habilidades cognitivas como la solución de problemas, la comprensión de las consecuencias de las conductas, la toma de decisiones, el pensamiento crítico y la autoevaluación de los valores; y (3) Habilidades para el control de emociones como el manejo del estrés, la expresión de sentimientos y el autocontrol.

C- Educar sexualmente de forma integral en el contexto familiar (desde el nacimiento) y en el escolar (desde el preescolar), en un clima de respeto ajustado a Derechos, acorde con el grado de desarrollo cognitivo y emocional del niño, niña y adolescente, mediante un lenguaje claro, sencillo y preciso que refuerce su Autoestima, a través de estrategias de enseñanza-aprendizaje que incorporen jugar, cantar, dibujar, escribir, crear y dialogar sobre la pertinencia de los secretos, la expresión de emociones placenteras y aflictivas, el buen trato, las caricias afectivas adecuadas, el autocuidado del cuerpo, el establecimiento de límites, el fortalecimiento de destrezas de auto-defensa de sus derechos y las alternativas de búsqueda de ayuda para resolver los problemas. 
¿Cuál debe ser la actuación, si un niño o niña revela que ha sido víctima de abuso sexual?
  • Escucharle y creerle, con actitud de serenidad, sensibilidad, respeto e intención de brindar apoyo. 
  • Reconocerle lo difícil que ha debido ser.
  • Enfatizarle que no es responsable o culpable de ninguna manera. 
  • Reforzarle que ha sido adecuado revelar o contar la situación de abuso a la que ha sido expuesto. 
  • Generarle un sentimiento de valentía por haberlo contado.   
  • Expresarle comprensión y asegurarle que saldrá adelante.  
  • Buscar apoyo profesional, para explicarle al niño o niña de forma sencilla los pasos a seguir.
  • Comunicarlo a la familia a excepción de que el abuso esté en manos de un miembro del hogar. 
  • En el marco de la Ley, notificar a las Autoridades competentes para que de inmediato pueda darse inicio al procedimiento de denuncia, investigación y atención (legal, psicológica y médica) en resguardo de sus Garantías y Derechos. 

Recomendación final:
  • Recuerde que también puede ser un agente preventor del abuso sexual infantil, organizando actividades de sensibilización, concienciación y capacitación, que lleven a los alumnos y alumnas, docentes, padres, madres y representantes en sus respectivos centros educativos y comunitarios, orientación psicológica y sexológica destinada a visbilizar el problema y a reconocer los factores de riesgo y de protección para su solución.  

ESCRITO POR:  Idhaly Guzmán
Psicóloga Clínica. Sexóloga.
Especialista en Atención y Prevención de Violencia de Género.
Acreditada Defensora de Niños, Niñas y Adolescentes.
idhalyguzman@grupoambos.com

1 comentario:

  1. Excelente artículo. Información de corte científico y muy útil para la prevención. Felicitaciones

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